Uno de los primeros contactos que tenemos con el mundo fuera de casa siendo pequeños es el juego al convivir con otros niños en zonas públicas, actuando como las primeras interacciones con personas externas a nuestra familia, teniendo un impacto importante y positivo en el desarrollo de las habilidades sociales y motrices.
Además de desarrollar su destreza motriz, el juego diario en exteriores fomenta el desarrollo de la inteligencia y manejo de sus emociones, por ejemplo, el sentimiento que genera el deslizarse por un tobogán, o la emoción de subir solo por primera vez las escaleras o plataformas de los juegos infantiles, generando confianza propia en los pequeños.
Algunos de los beneficios de los juegos son:
- Previene la obesidad, hábito del deporte
- Fomenta la creatividad y la imaginación
- Desarrollo intelectual y formación de valores
- Excelente método de socialización
Sin duda, los beneficios individuales que traen a los pequeños son importantes, agregando que es una manera ideal de conocer a nuestros hijos y desarrollar una relación más estrecha con ellos.